[Critica] El último bastión: la serie que no viste pero si votaste

En la mayoría de paises con canal estatal de sus pantallas sale la mejor programacion con las mejores ficciones y las mejores opciones de entretenimiento. Son los llamados, y obligados, a ofrecer la televisión de mejor calidad porque, supuestamente, tienen un rol distinto al comercial.

Bueno pues, a diferencia de España o Inglaterra, o de casos cercanos como el de Chile o Argentina, la televisión estatal peruana o TV Perú hace lo que puede con contenido variado, cultural y blanco. Esto último más que nada.

Y entre sus pocas opciónes el último mes ofreció una serie- novela histórica que terminó con seis capítulos su primera temporada y que fue lanzada en horario estelar como correspondía.

A diferencia de Nuestra historia, El último bastión tenía algo más de promoción tanto en medios internos como externos. Pero al igual que la ficción anterior fue una mezcla ambigua de buenas intenciones y bajo nivel de producción. Así es, El último bastión es un producción modesta, con limitaciones, un elenco entre rostros conocidos y otros no tanto, y poco menos que comentar.


Por ahí lo más resaltante se encuentre en procurar educar con entretener, pero comete el mismo error visto en Nuestra historia con un guión flojo y poco inteligente que subestima al televidente actual. Obvio que si la comparamos con las novelas del 4 salga vencedora, pero incluso así, y si nos remontamos a épocas anteriores, las novelas de época producidas por los Crousillat son La guerra y la paz de la BBC en comparación. Y ni que decir de nuestra icónica Perricholi (la original, no el mediocre remake de Michelle Alexander). Así y todo, El último bastión fue escogida como la mejor ficción nacional del 2018 en una votación de un diario local. La pregunta es cuantos la vieron.