Notas rápidas #2: Ojitos hechiceros 2, Combate y ¿Dónde está mi hija?

Breve opinión sobre la actualidad televisiva

La metaficcion en Ojitos Hechiceros 2

En una de las escenas donde Sabrina suelta intrigas sobre “Estrellita” el minuto a minuto era de 38 puntos. Mientras que el programa fue de 41 puntos. Ella y “Mondonguito” estallan de alegría.

¡¡¡¡Falso!!!!. La televisión de hoy en día a duras penas pasa los dos dígitos de audiencia. Incluso la segunda parte de esta historia hace un rating tibio con respecto a producciones anteriores en el mismo horario incluida la primera parte de hace algunos meses. Así es como Michelle Alexander confunde al público o, en su defecto, subestima la capacidad de información del televidente.

La decadencia de los realitys de competencia

El viernes 14 de diciembre debería ser una fecha importante para la televisión nacional. Combate, el pionero de los realitys de competencia, pondría fin a su ciclo en señal abierta. La explicación del fin se debe 90% por cuestiones de sintonía (como la mayoría de cancelaciones en la tv). Para una franquicia desgastada en la mayoría de países donde se exhibía el mismo formato (en Ecuador creo que ya se había cancelado un par de meses atrás).

Igual no es motivo para celebrar, al contario, con este fin se marca un camino difícil para los canales ya que durante todo el reinado y apogeo los mismos se han alimentado directa o indirectamente de todo lo que estos programas daban. Ya sea en repeticiones o en lo mediático que se han convertido sus figuras. No es raro que los programas de espectáculos hayan bajado su sintonía ahora que estas figuras ya no “atraen” la mitad que al principio cuando el fenómeno comenzó. Lo mismo sucede con la programación de america televisión cuyo reality se mantiene y es el principal motor del horario prime. A tal punto que rellena el 70% de contenidos en la mayoría de programas producidos. Y no es raro que los del 4 tiemblen cada dos por tres cuando su reality baja dos puntos. EEG continúa el 2019 jalándose a varios “combatientes” y todavía funciona, todavía…

La ¿dónde esta Elisa? versión turca

Las novelas turcas son un globo que se desinflan a la primera. Son inestables. Y no se sabe cuál va a ser un “éxito” y cual pasara al olvido tan rápido como llegó. El público peruano pareciera inclinarse más por dramas donde hay víctimas, ya sean adultas, o mejor, ¡niñas!. Le gusta ver golpe, o mejor, ¡que las tiren a la basura!.

El último éxito de este tipo fue Madre en Latina. Lamentablemente, sus dos últimas producciones no tienen ese efecto y carecen de toda sintonía.

¿Dónde está mi hija? Es una producción con signo de interrogación que tiene todo lo visto en la chilena ¿Dónde está Eliza? que aquí llego obra y gracia del remake de Telemundo hace buen tiempo. Poco o nada que comentar salvo que, increíblemente, se extrañan las novelas más costumbristas (La esposa Joven) donde mentaban a Alá cada línea de dialogo. Esta en cambio es un thriller trillado de una familia rica. Tiene el rating que merece.