[Critica] De vuelta al barrio (tercera temporada): la serie peruana que se escribe viendo los capitulos de 'El chavo del ocho'

Imagen: américa tv

A De vuelta al barrio le falta todo menos rating. Así es como la que debería haber sido la sucesora de Al fondo hay sitio ha sabido posicionarse y mantenerse ganándose su propio publico a merced de los críticos y las expectativas de locales y foráneos.

La serie tiene la mala suerte de ser la sucesora de un fenómeno de audiencias. Y eso siempre es un reto ya sea Al fondo hay sitio o Juego de tronos. A las que siguen siempre van a estar doblemente en la mira. O sobreviven y se hacen su propio lugar, o son despreciadas. Buenos pues, la serie ya tiene tres temporadas y una mas, por lo menos, confirmada para el próximo año.

¿Pero cual es el problema de esta ficción que es la mas vista de la tv peruana? Les digo con toda sinceridad que pareciera que sus escritores -que son los mismos de todas las series de américa del horario con Gigio Aranda a la cabeza-, juegan demasiado a la inocencia del espectador con respecto al contenido que ve en pantalla. Tanta es la "inocencia" de esta serie "blanca" que pone chistes viejos de El chavo del ocho como petardos para reír.

Si america decidió librarse de la sitcom mexicana de lunes a viernes (los sábados todavía la repiten al mediodía); De vuelta al barrio es un reciclaje de los guiones de Chespirito.

Al mismo tiempo, la serie no hace mas que estirar situaciones algo ridículas (un perricidio?) so pretexto del horario e hilvanarlo con ciertas parodias y comedia ligera. Igual cae en formulismos presentes desde la primera temporada como el chiste fácil de jugarse con el sobrepeso del personaje de Monica Torres y que la camara emule un temblor o el travestismo de mas de un personaje.

El otro lado "b" de la serie es que le cuesta contar cosas que no involucren intereses románticos. Pero de que otra manera va a tener tanta vida. Le pasa a todas las series del tipo para lograr rellenar los capítulos asignados. El reto es que las parejas que se aman tengan una justificación y que cuando se separen no cansen al televidente para volver otra vez con la anterior y se vuelva un circulo vicioso.

Con respecto a esto, la serie todavía busca un horizonte a donde llegar. Especialmente con los protagonistas. ¿Los vuelven a unir o que sigan separados? No hay fecha limite y es mas que seguro que las parejas que se suponen tienen que estar juntas (los hijos de las dos familias) podrían dar mejores resultados con otros personajes. Si no pregúntenle al propio Pedrito que le costó dos años enamorar a Lily y ahora esta tirando arroz con la imitacion de Winni Cooper peruana.

Finalmente, la serie no tiene el encanto o promoción que su antecesora con los nuevos personajes que ingresan pero ha sabido mostrar personajes interesantes de ver y, mas importantes, graciosos dentro de su universo. Dos de ellos son el reemplazo de Felicitas llamado Tristana y el otro es Porfiria. Curiosamente dos personajes de rasgos mas provincianos.

Otro que ha se ha acoplado bien es Rodrigo Sanchez Patiño. Incluso diría que la serie gana mas con él que con el personaje de Tatiana Astengo que se diluye por momentos. Mientras que su símbolo (cómico) ha sido una caricatura de ser humano bautizado como "fedeito" y que por lo menos te puedes reír con él o de él. Ya depende de cada televidente.