¡¿La saca del aire?! ¿Cuál es el nuevo horario de Rostro de justicia ? ¿En qué capítulo se quedó la novela en Panamericana TV y cuántos le faltó emitir? Para quienes siguen la novela india Rostro de justicia, desde hoy, lunes, 28 de noviembre, la programación de Panamericana Televisión cambia de horarios. Rostro de justicia que se emitía hasta el viernes 25 de noviembre, ya no aparece dentro de su parrilla en su sitio web y en su lugar la reemplaza con María Magdalena, que baja una hora para dejar paso al (re)estreno de Moisés y los diez mandamientos . Como sabrán los seguidores, Rostro de justicia se transmite o transmitía a partir de las 6:30 PM antes de la novela que la reemplaza y después de la Yo soy Betty, la fea . Ahora, habría preferido mantener la novela colombiana en el horario y levantar de su programación a Rostro de justicia . No será la primera -ni última- vez que un canal peruano saque de manera intempestiva una novela. Ahora la desafortunada fue Rostro de justicia , n...
Hace un tiempo estuvo de moda las series donde los protagonistas eran antiheroes. Un antiheroe es un modelo a "no seguir" pero sigue siendo el personaje principal de la historia.
En el caso de los personajes femeninos, sin confundirlas con villanas de manual, las antiheroinas se han visto relegadas a papeles secundarios detrás de los narcos de turno. Generalmente en el rol de la amante. Aunque si bien las narconovelas de Telemundo son las que mejor lugar les ha dado a partir del éxito de La reina del sur, en el caso de las novelas mas convencionales son muy pocas y si existen, todas son como Rubí.
La novela protagonizada por Barbara Mori es el mejor retrato de una antiheroina. O sea, una protagonista que no es ningún modelo a seguir y que termina tan mal o peor que, valga la redundancia, la peor de las villanas.
El caso de Rubí se extrapola a todas aquellas que con su belleza creen que lo merecen todo. Así, por ejemplo, Teresa es otra Rubí. En los folletines, de las cuales ambas son originarias, deben existir muchas historias protagonizadas y que lleven el nombre de la protagonista en el titulo. En la tv en cambio son pocos los casos. Por eso que la Rubí de Barbara Mori se ha vuelto un símbolo. Aparte del éxito, la formula de vampiresa -estereotipo cinematográfico-, se lleva muy bien con el guion de telenovela tan melodramático como el "robo" del novio de la mejor amiga de Rubí justo antes de su boda; conservadores como la virginidad de la protagonista (ambiciosa pero con escrúpulos; no hace el amor con Hector pasados varios capítulos); o inocentes como la bondad de la amiga o su propia incapacidad física ¿para sentir mas lastima?.
Pero la Rubí de inicios del siglo XXI es un show con muchos efectismos (hay una caída espectacular). No solo por las rivalidades que aparecen sino también por el castigo. Uno tan estrepitoso como impactante. Porque así son, o eran, las telenovelas. Si eres mala, lo pagas por mas hermosa que seas.
Quizás lo peor sea el mensaje de estas telenovelas donde la mujer solo ve el éxito a través de cazar al millonario de turno que se pone en frente. Y mucho peor que su única o principal arma es su belleza. A pesar de que en Teresa, por lo menos, vemos que la protagonista "estudia"; en Rubí el asunto no se va por la tangente y desde el inicio sabemos que la protagonista quiere salud, dinero y amor; y no necesariamente en ese orden. Si bien Rubí sacrifica el ideal del amor (algo poco visto en las telenovelas donde las protagonistas viven del amor), lo hace por ambición y una vida fácil. Pero hasta cierto punto es justificable porque dentro de la novela vemos ejemplos de lo contrario (comenzando por la hermana). Total, una antiheroina tiene que hacer todo lo que no es moralmente correcto sino sería otra "Simplemente María".
En el caso de los personajes femeninos, sin confundirlas con villanas de manual, las antiheroinas se han visto relegadas a papeles secundarios detrás de los narcos de turno. Generalmente en el rol de la amante. Aunque si bien las narconovelas de Telemundo son las que mejor lugar les ha dado a partir del éxito de La reina del sur, en el caso de las novelas mas convencionales son muy pocas y si existen, todas son como Rubí.
La novela protagonizada por Barbara Mori es el mejor retrato de una antiheroina. O sea, una protagonista que no es ningún modelo a seguir y que termina tan mal o peor que, valga la redundancia, la peor de las villanas.
El caso de Rubí se extrapola a todas aquellas que con su belleza creen que lo merecen todo. Así, por ejemplo, Teresa es otra Rubí. En los folletines, de las cuales ambas son originarias, deben existir muchas historias protagonizadas y que lleven el nombre de la protagonista en el titulo. En la tv en cambio son pocos los casos. Por eso que la Rubí de Barbara Mori se ha vuelto un símbolo. Aparte del éxito, la formula de vampiresa -estereotipo cinematográfico-, se lleva muy bien con el guion de telenovela tan melodramático como el "robo" del novio de la mejor amiga de Rubí justo antes de su boda; conservadores como la virginidad de la protagonista (ambiciosa pero con escrúpulos; no hace el amor con Hector pasados varios capítulos); o inocentes como la bondad de la amiga o su propia incapacidad física ¿para sentir mas lastima?.
Pero la Rubí de inicios del siglo XXI es un show con muchos efectismos (hay una caída espectacular). No solo por las rivalidades que aparecen sino también por el castigo. Uno tan estrepitoso como impactante. Porque así son, o eran, las telenovelas. Si eres mala, lo pagas por mas hermosa que seas.
Quizás lo peor sea el mensaje de estas telenovelas donde la mujer solo ve el éxito a través de cazar al millonario de turno que se pone en frente. Y mucho peor que su única o principal arma es su belleza. A pesar de que en Teresa, por lo menos, vemos que la protagonista "estudia"; en Rubí el asunto no se va por la tangente y desde el inicio sabemos que la protagonista quiere salud, dinero y amor; y no necesariamente en ese orden. Si bien Rubí sacrifica el ideal del amor (algo poco visto en las telenovelas donde las protagonistas viven del amor), lo hace por ambición y una vida fácil. Pero hasta cierto punto es justificable porque dentro de la novela vemos ejemplos de lo contrario (comenzando por la hermana). Total, una antiheroina tiene que hacer todo lo que no es moralmente correcto sino sería otra "Simplemente María".
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