Hay algo que Televisa siempre ha hecho y con esta novela se nota que no ha dejado de hacerlo, mexicanizar sus producciones. Lo que podría ser una novela de Emilio Larrosa (Itati Cantoral siempre fue una de sus favoritas), es una versión de una novela llamada "Cómplices" (y no al rescate, precisamente) producida por Nicandro Diaz, otrora productor del horario prime time en Mexico hasta que hizo Hasta el fin del mundo...
En la versión mexicana vemos un falso esfuerzo por etiquetar a México en donde sea posible (si le quitamos todas las tomas de la ciudad, facil y el cap. de inicio dura quince minutos menos). Comenzando por el protagonista que es un "guero" (forma en como se les llama a los rubios en México) que siembra papas y tiene una madre mexicana... ¿que lo abandonó?
Lo resto corresponde mas al guion de Cómplices que al de la propia adaptación. Se ve un grupo de estafadores que recluta gente para hacer caer al extranjero con la falsa familia y robarse su dinero.
Una idea mas o menos trillada de lo que son los guiones estilo La gran estafa. No se puede tomar tan en serio porque el concepto es mas el robo divertido y las consecuencias. Una forma de hacer comedia de situación en donde el gran engañado comienza siendo el protagonista. Mientras que el resto, incluido el espectador, sabemos lo que ocurre alrededor de él.
El gran problema es que como guion de película (independientemente del presupuesto o país) puede funcionar, pero llevarlo a una serie/novela podría traer mas paja de la necesaria. Habría que pensar primero en escoger entre el carisma de los personajes secundarios, los "complices", o declinarse por el romance entre la estafadora principal (Itati Cantoral) y el "guero" (Juan Soler). Y todo sabemos que lo segundo le va a ganar a lo primero.
Por lo menos en el primer capitulo evitan el contacto de los protagonistas; lamentablemente, al inicio le sobra rapidez. Si esto significaría agilidad narrativa podría valer la pena, pero no es el caso. Vemos dos saltos en el tiempo con leyendas indicativas. Un inicio donde el productor tomó algún curso de diseño 3d y quiso practicar. Y un par de protagonistas poco convincentes en sus roles.
Una muestra de ello es lo forzada de toda la escena del engaño al chino. Irónicamente, el momento "mas gracioso" fue cuando una de las cómplices se quita la faja.
Finalmente, ¿otra vez Pablo Valentin haciendo...?
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