Como la miniserie o serie de la cantante peruana, Eva Ayllon, hay mas de una ficción nacional encajonada y empolvándose en los archivos de los canales de televisión. Especialmente, en el 4 y el 2. Justo este último canal fue el encargado de transmitirla.
Recuerdo alguna promoción. Lo que si no recuerdo es si la pusieron al aire. Ahora que la transmite panamericana televisión rellenando el horario de “Aprendo en casa” (ironías de la vida todos los canales tienen una hora menos de programación) entendería porque nunca se atrevieron hacerlo.
Y es que Eva es como todas las bioseries, pero lejos de la moda y fortuna de la miniserie de Dina Paucar o la de Néctar que tiene algunos jales televisivos y que se me hizo mucho mas pasable para ver. Aquí la protagonista es físicamente muy parecida a la original pero no llama la atención por mas que acierta en modismos de la cantante. El resto del elenco poco menos que decir salvo que son completos desconocidos o actores con menos fortuna que esta serie.
Por el lado de la realización, hay dos formas de hacer bioseries. La primera es contarlo todo linealmente como las etapas de la vida misma. Mientras que el artista nace (con talento), crece (generalmente con dificultades económicas), triunfa/fracasa vemos sus romances reales o de ficción (Eva cumple con todos estos requisitos). El otro tipo de desarrollo es contando lo anteriormente detallado pero desde un punto presente donde, paralelamente, vemos cómo fue su vida en el pasado. Se usa el recurso del flashback.
Con esta serie estamos en el segundo caso. Vemos a una Eva adulta (no muy mayor para que sea atractiva para el romance de ficción) y que es una artista conocida. Vamos siendo testigos de su niñez con un padre desobligado y una madre que la abandona. Siendo criada por la abuela paterna. Mientras que en el presente de la historia es víctima de una estafa por parte de su manager. Lo mas rescatable en el inicio es que el contexto real en el que se encuentra la serie es el incendio en el gran teatro municipal de Lima de hace mas de veinte años.
Lamentablemente, la forma en cómo se cuenta la historia de la cantante es un desorden grandísimo. Siendo el gran responsable el montaje. En Dina había un acierto inteligente por parte del guion y es que todo era un reportaje (aquí también hay cierto parecido con el recurso de “el periodismo”) y los pasajes de su vida que ella misma contaba de cierta forma eran dramatizados en pantalla por Magdyel Ugaz y las actrices que la interpretan en etapas previas.
Aquí en cambio vamos de salto en salto temporal. Mientras que la Eva de niña/adolescente comienza su camino de artista. La Eva Ayllon de hace veinte años tiene problemas económicos y de imagen ya que los guionistas usaron una argucia amarrando el incendio accidental en el teatro municipal ocurrido en realidad con una presentación previa de la cantante en la ficción.
Entiendo que quisieron salirse del molde de las bioseries nacionales. Pero les falló la propuesta.
A pesar de esto, he revisado en internet y hay un par de entrevistas donde la cantante defendió su serie. Y si llegó a estrenarse en señal abierta. Tanto así que fue por todo lo alto con un concierto en un conocido centro comercial donde se proyectó el primer capítulo en tres pantallas gigantes. Imagínense que tan desapercibida debió pasar que nunca me enteré.
Comentarios
Publicar un comentario