Daniela Romo debe ser generacional a Diana Bracho. Y muy independientemente del tipo de novela, las dos ultimas actuaciones de cada actriz son como el agua y el aceite. Daniela Romo también es madre de familia con mas de un problema en Vencer el desamor. La Bracho, al igual, tiene hijos mayorcitos que le faltan el respeto y se olvidan de su cumpleaños. Pero hay algo en la actuación de Diana Bracho que no me gusta: se le ve agotada cuando habla.
Puede ser cuestión de la dirección y/o el personaje pero de una novela a otra con tan poco tiempo no creo que sea la razón teniendo en cuenta que, supongo, los equipos de producción son los mismos de Mi marido tiene familia y su secuela.
Luego de ese paréntesis que se me hace oportuno comentar ¿Que le pasa a mi familia? la puedo resumir con una sola palabra: aburrida. Y si gustan le podemos poner signo de exclamación para resaltar mas el aburrimiento.
Ya basta de un capitulo de inicio que pasen los cincuenta minutos. Es imposible de sostenerlo. Sobre todo cuando se trata de una historia tan lineal.
Juan Osorio tiene una obsesión o es simple consigna del canal mexicano que como la chunta cada dos de tres le asignan novelas similares. Pero hay que ser sinceros. Cuando mejor le fue es cuando copió guiones extranjeros. De sitios tan lejanos y dispares como España o Korea. Mientras cuando apostó a la originalidad..., muy bien no le fue. Entonces no hay que ser muy inteligentes para saber que hizo. Googleo y buscó "historias parecidas a Mi marido tiene familia" versión koreana.
En esta oportunidad hay un juego extraño de cada personaje como si cada uno estuviera en su propia telenovela. La actriz que ganó fama (inesperadamente) con Te doy la vida parece sacada de alguna sitcom junto con Mane de la Parra que se le nota disforzado. El hijo de Osorio se encuentra en una novela Disney con la versión carne y hueso de Jessie de Toy Story. Mientras que Gonzalo Peña es el antipático del clan. ¿Motivo? ¿Ser doctor?
La novela arranca como si fuera un spot de algún gobierno sobre la pandemia. Tiene localizaciones en Guanajuato. Y, por simple gusto, primeros planos de comida. Usan la mascarilla tan mal como en De vuelta al barrio. Si se las van a quitar para hablar no se para que las tienen. Sobre el final hay una sorpresa que, honestamente, no la vi venir. Lo que hace que Diana Bracho diga el titulo de la novela como para recordarnos que no estamos viendo la tercera parte de Mi marido tiene familia.
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