El gran muerto de Televisa siempre es el estereotipo con el que están hechas sus telenovelas. Un ejemplo es Diseñando tu amor, último estreno de la casa mexicana en horario vespertino. La novela habla de una historia de amor prohibida. La monserga de toda la vida: él es el hijo del patrón y ella la hija de uno de los peones. ¡Imposible!
Lo raro es que no es la versión ranchera de Natacha ni una más de Rosa Salvaje, sino se trata de una adaptación de una original portuguesa de hace diez años. Así es como algunos productores mexicanos van viendo más allá de Argentina o Colombia ya que seguro no encuentran nada que no se haya hecho menos de dos veces.
Pero a lo que voy es que la novela original es una ganadora de un Emmy internacional. Entonces el guion no es solo el adecuado para una empresa tan "insistente" con el género como la mexicana sino que es el mejor.
Lamentablemente, México tiene tantos problemas de casting como Michelle Alexander a la hora de pensar la novela de reemplazo. Por eso el fastidio visual a la hora de ver actores que hacen los mismos papeles o son iguales al de la novela de la siguiente hora. Y lo peor es que lo que funciona en un lugar tan homogéneo como Portugal, termina siendo incrédulo en una realidad heterogénea como la mexicana: una rancherita diseñadora es tan verosímil como Simplemente María hace cincuenta años solo justificable por el tema aspiracional pero...
Y es que nomás al ver salir al par de hermanas, parecen esas modelos que se visten como campesinas para una sesión de fotos en alguna revista de moda o sociales.
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