¡¿La saca del aire?! ¿Cuál es el nuevo horario de Rostro de justicia ? ¿En qué capítulo se quedó la novela en Panamericana TV y cuántos le faltó emitir? Para quienes siguen la novela india Rostro de justicia, desde hoy, lunes, 28 de noviembre, la programación de Panamericana Televisión cambia de horarios. Rostro de justicia que se emitía hasta el viernes 25 de noviembre, ya no aparece dentro de su parrilla en su sitio web y en su lugar la reemplaza con María Magdalena, que baja una hora para dejar paso al (re)estreno de Moisés y los diez mandamientos . Como sabrán los seguidores, Rostro de justicia se transmite o transmitía a partir de las 6:30 PM antes de la novela que la reemplaza y después de la Yo soy Betty, la fea . Ahora, habría preferido mantener la novela colombiana en el horario y levantar de su programación a Rostro de justicia . No será la primera -ni última- vez que un canal peruano saque de manera intempestiva una novela. Ahora la desafortunada fue Rostro de justicia , n...
Que buena raza es una novela redonda a reivindicar. Lastima que no haya trascendido en sus pocas repeticiones que le recuerdo. Y si bien es una más de ese saco de historias con fuerte contenido social político de la mano de Eduardo Adrianzen, esta vez se mete de lleno al tema espinoso de la raza y el choleo peruano y construye algo más que una diferencia de clases a la peruana.
Por supuesto que el escritor bebió y sigue bebiendo de Los de arriba y los de abajo. Un ejemplo claro fue su último intento llamado Chapa tu combi. Novela intrascendente más allá de su emisión. Y es que, irónicamente, la Michelle a la que ahora acompaña es una productora veleta que de vez en cuando busca llenar sus vacíos argumentales (En la piel de Alicia) pero que siempre termina inclinándose por el factor rating (Dos hermanas).
Al igual que la sátira practicada en Los de arriba y los de abajo, Que buena raza tuvo su cuota de burla política, y es que el contexto lo ameritaba (la caida del fujimorismo y el ascenso de la chispeante pareja Toledo- Karp). Y de aquí salió una recordada pareja actoral conformada por el actor Carlos Cano y Paul Gastelo que más tarde se repetiría en la sitcom peruana (también a reivindicar) Los del solar.
Pero si algo valoro en Que buena raza es que a pesar de usar los arquetipos de la familia rica, lo hizo con mucho mejor humor que lo visto en Al fondo hay sitio (otra heredera innegable de Los de arriba y los de abajo). Y es que la popular serie de américa televisión, era demasiado eufemista en sus comentarios despectivos como si le costara ofender a un público, supuestamente, objetivo de audiencia. No quería meterse en camisa de once varas y así pues el cholito no era cholito sino "el niño con cara de pez"; la cholita era "la chiruza" o la mamá de los cholitos era "la serpiente andina". Motes infantiles pero que, para su suerte, calaron con gusto en el público que los veía e incluso en los que no la seguían regularmente haciéndolos parte de la cultura popular al día de hoy.
Y es que al igual que todas estas producciones que usan peruanismos como títulos, Que buena raza fue una novela hecha por peruanos para peruanos, pero esta tenía algo más. No solo se conformó con el cholo sino que fue más allá con el tema de la raza. Y es que bien dicen que el Perú las tiene todas. Era una adelantada porque el protagonista era el modelo de lo que hoy en día se le llamaría "el emprendedor" con el tema de sus cabinas de internet que era el negocio de vanguardia en la capital. Si bien había romance, la recuerdo también por todos sus enredos y su tono sexoso. Algo que era de la época. Además de ese "oportunismo" a la hora de hablar y meter tantas situaciones -como personajes- de lo que está aconteciendo en el Perú (se habla sobre las tragedias de mesa redonda y Utopía) y el mundo (la familia de árabes) que la convierte en algo más universal pero no por eso menos peruana.
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