Al igual que con La Loba, Prófugas del destino tiene ese aire pretencioso de novela distinta o con toques diferentes. Como si sacara pecho frente a lo que hacían o hace la competencia Televisa (Mis protagonistas no venden flores sino son presidiarias).
Y es que las cárceles no es un ambiente desconocido para las telenovelas, pero ver insinuaciones lésbicas o intentos de violaciones de una guardia sí que llama la atención. Al igual que el lenguaje (“A tu edad y todavía eres virgen”, le dice una prófuga a otra).
Por otro lado tenemos una trama de narconovela. Se ve la intención de que el primer capítulo sea el gancho. Incluso me deja la sensación que termina siendo más pensada para el público masculino que el femenino.
Quizás la producción vio esto óptimo teniendo en cuenta que era la época de Las reinas del sur y las narconovelas estaban siendo un ¡Boom!, frente a las convencionales novelas rosas.
Si bien hay algunos baches de guion (todo explota pero justo las maletas con los “disfraces de monjas” quedan intactas; no hay fotos de las prófugas; etc.) al igual que no me termina quedando claro si las prófugas son buenas e hicieron cosas malas para terminar en la cárcel (cliché), la novela sostiene un primer capítulo por lo mencionado: las escenas en la cárcel y la fuga.
El problema es que mantener eso fuera del primer capítulo es difícil, por eso la trama del malo del pueblo que entiendo anda metido en trata de blancas.
Mientras que lo interesante es que no se trata de una novela lineal de buenos y malos sino de personajes que ocultan, por diferentes motivaciones, su verdadera identidad. Las prófugas se convierten en monjas; el policía es un fotógrafo; y el benefactor del pueblo en verdad es un maloso.
Y si una trama romántica no fuera suficiente, aquí tenemos tres de distintas edades. Ahora, ¿Podrán las “monjitas” aguantar la tentación? ¿Podrá resistir Jose Angel Llamas tomarle fotos a Gabriela Vergara con o sin hábito?¿Sospechará alguien del pueblo porque las monjitas son tan guapas?
Comentarios
Publicar un comentario