Los unitarios, esas series de capítulos auto conclusivos, son la mayor fuente de trabajo de las productoras mexicanas. No tengo duda. Y es que con el declive de las novelas, los unitarios han sido un salvavidas. Por esa razón vemos que han aumentado en vez de conformarse con los más “exitosos”.
En Televisa, por ejemplo, se sumó al dicho y a la rosa, el unitario musical llamado Esta historia me suena (ya antes visto en tv en Colombia y la competencia). Mientras que en Azteca Televisión que ya no hace telenovelas y el éxito de Rosario Tijeras se les esfumó de las manos, han creado una simbiosis conceptual entre el milagro celestial y reciclado su propia fe vista en la fenecida A cada quien su santo.
Un día para vivir, es, básicamente, La rosa de Guadalupe pero sin rosa y sin viento en la cara. Consta de una sencilla forma de ver la televisión como ejemplo moralizador. Castiga a los malos mientras que salva o redime a los “no malos” pero que hacen cosas malas…, por las circunstancias. Los dos capítulos que he visto han tratado de un chofer de combi que era cómplice de unos delincuentes que subían asaltar a los pasajeros; mientras que el otro iba de un policía corrupto que buscaba venganza.
Lo “diferente” en el unitario de Azteca, es que, mientras en La rosa vemos un elemento convertido a estas alturas en parte de la cultura popular (y fuente de inspiración para los memes en internet); en Un día para vivir, el elemento cobra vida y se convierte en un ángel de la muerte que te repite como cronómetro cuanto tiempo te queda en este mundo.
Pero, "inteligentemente", hicieron a este personaje un símbolo sexista: esbelta, rubia y con falda corta. Vestirá de negro, pero miedo no da.
Finalmente, el camino al “otro mundo” no puede ser menos aterrador: un parque al que le pusieron efecto celestial para que, ¿parezca menos parque?
El unitario se puede ver todos los días por Panamericana Televisión.
p.s. Si algún día me muero, ojalá me acompañe al cielo (o al infierno) alguien como "la güera".
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