Si algo ha ganado Pro TV desde que saltó de los programas reality a la ficción, es ser una alternativa frente a las producciones locales de la propia América Televisión.
Ya lo he mencionado antes, Pro TV no compite con programas de otros canales sino que su competencia es local. Se encuentra una hora más adelante y son las novelas de Michelle Alexander. Su objetivo es desbancarlas del horario estelar.
Por eso veo con mucha decepción esta copia barata de la Vecinos mexicana. Que a su vez es una versión localista de lo que fue Aquí no hay quien viva de España.
Y es que Junta de vecinos no presenta nada nuevo a lo ya visto en este tipo de comedias multifamiliares. Y mira que ya vamos veinte años con el mismo modelo y el asunto tiene para rato con el ya confirmado retorno de Al fondo hay sitio.
Más parecida a lo que fue Así es la vida, se agradece que nos hayamos librado, por el momento, de Patricia Portocarrero. Pero hay que reconocer que su humor, te guste o no, no lo encuentras en ninguna de las actrices internacionales que juegan roles de estrellas pero que se siente extraño verlas rodeadas de actores peruanos. Además, se nota mucho que el guion está escrito para que se luzcan, especialmente, la actriz Cynthia Klitbo. Algo que no pasa en las series del horario. Todo lo contrario, “las teresitas” y “las mariaelenas” son espontaneas y por eso gustan hasta el cansancio.
En esta historia, Cynthia Klitbo tiene el personaje que llega de fuera a romper la calma del grupo. Con un resultado irregular porque vender un personaje del tipo no es tan gracioso. No es ni el personaje ni el formato que estamos acostumbrados a ver. Mientras que Bárbara Torres se esfuerza por parecer peruana y hacer humor peruano pero es intrascendente fuera de su personaje en La familia Peluche. Estoy seguro de que a “la pánfila” le vendría mucho mejor el personaje y sería un “match” con cualquier otra actriz local.
El otro problema que veo es que no encuentras ningún personaje de concordancia para hacer creíble que realmente sean vecinos y “se junten”. Le falta el portero de Vecinos o el Señor Barriga de El chavo del ocho cobrando la renta. Si bien es cierto el edificio donde viven no es una vecindad, pero igual siempre hay problemas que resolver. Es como si cada uno actuara en su propia miniserie. Esto se nota mucho en lo correspondiente al rol de niñera forzada del personaje de Ignacio Di Marco con el hijo de Karina Jordán. Sí, otra vez Karina Jordán. A la que no le sobra talento, pero si oportunidades. Andres Wiese como la cara bonita que va envejecer y siempre será “ricolas”. Sergio Galliani es otro después de Al fondo hay sitio. Mientras que a Miguel Iza lo siento opacado como si estuviera ahí solo porque le pagan.
Lamentablemente, la experiencia ganada en Los Vílchez se pierde por completo en un intento de vender una serie igual pero blanqueada con legía. Quizás los de Pro TV tengan la ilusión de que la compre Netflix. ¡Ilusos!
Junta de vecinos debutó con 22 puntos de rating. El segundo capítulo bajó a 18 puntos.
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